Un Lazo en el Meñique (P8)

-¡Emy!- gritó mi madre, después de pasar tanto tiempo sola en casa me había olvidado de su existencia (algo que era muy sencillo, en casi 18 años no he pasado mucho tiempo con ella). Bajé las escaleras, ella había llegado hace rato del trabajo y quería sentarse conmigo a tomar el té. -No me gusta el té- dije, resongando, sólo quería volver a mi habitación. -No es tanto el té, sino que quiero hablar contigo- dijo, ya imaginarán la cara que puse. Moví los ojos mostrando mi desaprobación, pero me senté en el sofá para conversar. Ella preparó todo y se sentó a mi lado, permanecimos en silencio unos minutos.

De pronto ella empezó a hablar -Dime, ¿cómo te sientes aquí?- Desvié mi mirada y contesté -Soy una persona adaptable, estoy bien- . -Ya veo, ¿cómo llevas lo de tu padre?- . -Eso jamás me ha preocupado- Me crucé de brazos, la gente que me conoce bien sabe que es una señal de que me "estoy cerrando" y no quiero hablar más del tema, algo que mi madre no sabía -Bueno, como sabes él fue asesinado y tú eras muy pequeña...- entonces la interrumpí bruscamente -Mamá, no estoy aquí para hablar de papá ¿o sí? Porque, si ese es el caso, es mejor que dejemos esta charla en este momento y lo dejemos como si nada- Se enojó, evidentemente, a ninguna madre le agrada que su hija le hable de esa manera, pero el tema era bastante incomodo. No me dolía la muerte de mi padre, creo que se lo merecía, me dolió mucho más su abandonó. Ninguno de mis padres era una pieza indispensable en mi vida, jamás estuvieron presentes... -Bueno... ¡Entonces hablemos de algo más!- dijo ella, tratando de retomar terreno. No me apetecía, pero accedí -Si eso quieres... ¿Sobre qué?- ella sonrió con picardía -Supe que te llevas de maravillas con el nuevo vecino- La miré con sorpresa, entonces desvié mi mirada mientras se me subía el color a la cara -N...no sé de qué me hablas- dije nerviosa. Su sonrisa creció -¡Entonces es verdad! La madre de Chad es ama de casa, los ha visto un par de veces conversar por la ventana- suspiró de manera romántica y continuó -Es tan "Romeo y Julieta", además, ella vio cuando él te trajo uno de sus cuadros y también como entró a la casa ¡espero no hayan hecho nada, eh!- --Ma-¡madre! No hicimos nada!- ella sonrió -Espero se hagan buenos amigos, pero pondremos una cortina esta noche en tu habitación, no sea que el chico te espíe- Rió a carcajadas y yo me sonrojé más. Hablamos un poco sobre eso de que pronto entraría a la Universidad y ella dijo que me compraría un auto, la verdad, hablar con ella no fue tan malo, incluso nos quedamos viendo una película.

Al regresar a mi cuarto miré por la ventana, estaba Chad tirado en su cama mirando TV. AL mirarlo me sonrojé mucho y una sensación de calor me invadió. Él giró la cabeza y me saludo de forma amable, yo me escondí porque soy muy pro. Acto seguido, me senté a escribir una historia conmovedora sobre una niña que vivía junto a sus padres, de manera armoniosa y feliz. Básicamente yo que yo jamás tuve ni tendré... Durante todo ese tiempo estuve observando a Chad también ¿por qué era tan guapo? ¿Cómo podía ser tan "estúpido y sensual" pero a la vez ser tan tierno? La verdad parecía perfecto y, en mi experiencia, nadie podía ser tan perfecto.

Me fui a dormir sobre la media noche. Para cuando llegué a aquel "mundo" me encontré a Daca, todo nervioso dando vueltas de aquí para allá. -¡Daca!- dije, para llamar su atención y hacer que parece de caminar así. El cielo estaba totalmente azul, parecía ser medio día, pero empezó a oscurecer por el simple sonido de mi voz.

La puesta de sol acentuaba la figura de Daca de una manera extraña, pero hermosa. Empecé a sonrojarme ¿qué me estaba pasando? ¡Por qué Chad y Daca me hacían sentir de esa manera? Daca se acercó a mi, me abrazó llorando y me dio un beso en la frente -Emy... Necesito contarte todo... Necesito tu perdón...- No podía entender que le pasaba, pero lo abracé con fuerza, sólo quería que dejase de llorar...


Continuará...