sábado, 23 de noviembre de 2013

Es mi hermano ¿no? (P4)

Pasaron los meses. Justo el  31 de octubre, 23 años después del contrato, Mariana empezó a tener contracciones, estaba a punto de dar a luz. -¡Ahhh!- Se quejaba, mientras pasaba cada contracción. En ese momento, más factible que llevarla al hospital, se materializó la idea de que fuese una partera, pero no cualquiera, sino la misma Dulce, la bruja de hace 23 años. Muy mayor por el paso de los años, pero bastante hábil todavía. Armando rozaba los 73 años y estaba a punto de tener al primer nieto de su último matrimonio.

El parto se dio rápido y sin problemas, cerca de la media noche Chad Rossi acabó de salir y vio, por primera vez, la luz de la luna llena en 1995. Todos suspiraron de alegría, el niño tenía la piel muy blanca, el pelo suave y rubio a pesar de estar cubierto aún por la sangre y, poco después, mostró sus hipnotizantes ojos azules, era idéntico a aquel ser que Armando vio hace 23 años. Otra cosa que lo hacía diferente: En su mano derecha, los dedos anular, mayor e índice estaban unidos, formando una especie de espátula. Mariana continuó quejándose de dolor, entonces Dulce dijo -La verdadera hija viene ya- Mariana pujó y pujó y, con mucho esfuerzo, dio a luz a su verdadera primogénita, una criatura ajena a todo aquel tratado de hace 23 años. No era nada especial. Piel tan blanca como la de Chad, ojos y cabello muy negro, decidieron llamarla Amelia.

Según "Él" esa es la historia del comienzo, porque "Él" es aquel que fue enviado, porque él es pecado, porque él es mi hermano y yo soy... Amelia Rossi.

Ambos llevamos el apellido de soltera de mi madre, ya que esta jamás se casó ni mi padre nos reconoció, entonces recibimos el apellido de mi abuelo, quien murió de un infarto el medio día del 1 de Noviembre.

En un principio yo pasaba desapercibida casi todo el tiempo. Chad era un bebé enorme y gordito en comparación conmigo, me llevaba al menos 3 libras y una pulgada. Además que era simpático, de estos bebés que son tranquilos y siempre están de buenas, por lo que rápidamente todos se encariñaban. Excepto mi madre, ella siempre sintió una especie de aversión a él y trataba de alejarlo lo más posible, tanto de ella como de mi.

Como hermanos mellizos creamos un vínculo, en mi caso sería más una dependencia, puesto que no podía alejarme mucho de él, estaba atrapada en la gravedad de su núcleo.


Continuará...

Nota: El Chad de esta historia es muy diferente al de El Lazo en el Meñique ¿Por qué usar el mismo nombre? Simple: El de esta historia podría considerarse como "El Chat original" ya que representa a un amigo imaginario que inventé a los 7 años, escribí una historia sobre él hace muchos años y esta sería su "remake" o su "versión editada", incluso, la diferencia reside en la deformidad de su mano derecha y en otras cosas que veremos más adelante, además que el nombre original era con T, pero para evitar confusiones con "chatear" entonces lo he cambiado por D.

El Chad de Un Lazo en el Meñique es como un personaje basado en "El Chat Original" la razón de su existencia es que no pensaba hacer este Remake hasta que vi que "Mucha" gente entraba, por lo que quise mostrar algo de "mis orígenes" :D

Cualquier duda pueden dejármela en los comentarios y yo les explicaré más a fondo.

1 comentario:

  1. Me gustó y me llamó la atención como en las 3 primeras partes la narrativa fue en tercera persona (La escritora y no Armando)y ya en la cuarta parte y despues del nacimiento de Amelia Rossi la narrativa continuó en primera persona(por la misma amelia)...me pregunto como seguirá la historia, muy interesante!! :D

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