domingo, 12 de enero de 2014

Triángulo Traumatico (P20)

Él se discilpó muy apenado, la cara de Alice parecía salida de una película porno. Ella sonrió maquialevicamente y siguió lamiendo. Él se retorció -¡Mujer, no me das ni un respiro!- le gritó entre gemidos y jadeos. Sin dejar de masturbarle, la "inocente" señorita se despojó de su pequeño vestido, se limpió la cara con él y volvió a acercar el rostro a ese miembro palpitante. -Parece que te gustó el facial- dijo Damian con tono de burla. Ella no contestó, al menos no con palabras, prefería usar la boca para fines más jugosos y placenteros.



Procedió a introducirlo lentamente en su boca, rozando cada delicioso centímetro con aus labios. Lo entraba y sacaba de su boca repetidamente, la mayoría de ellas llegando solo a la mitad. Los gritos de Damian eran cada vez más fuertes e insentibaban a Alice a continuar su trabajo, el cual parecía estar haciendo de maravilla. Fue entonces cuando recordó algo que había leído recientemente en internet y sintió la fuerte curiosidad por probar. Alejó la boca del pene y se dispuso a lamerle un poco el escroto, él no se quejó pero para ella fue mucho más que obvio el hecho de que el prefería arriba.



Ella volvió a chupar, esta vez Damian la sujetó por la cabeza y se la hundía repetidas veces, tratando de controlar los movimientos pero volviéndolos erráticos. A parte de llevarla a introducir el miembro casi hasta la campanilla, también la ponía a moverse a una velocidad exagerada. En ese momento ella decidió que ese, ese justo y precioso momento, era el ideal para saber a que sabía la Lefa.



Trató de seguir el ritmo por sí misma y, aprovechando la libertad de las manos, empezó a manipular los testiculos... Pero había algo más, la situación la puso a tal tono que empezó a masturbarse. Gemidos iban y venían, los gritos de ambos hinundaban la habitación mientras que las piernas de Alice temblaban, no podían aguantar sobre sí el peso de tanta guarrada.



Llegando a la recta final de la felación ella la hundió en su boca tanto como pudo, justo entonces Damian le agarró la cabeza y se la hundió hasta que le tocó la campanilla, entonces se corrió. Alice se separó como pudo y escupió, luego empezó a toser. Damian, lejos de sentirse culpable se sentía satisfecho, si Alice quería continuar o no lo dejaba sin cuidado, además tendría muchas oportunidadea más para desvirgarla.



Ella se reincorporó como pudo, tratando de no perder el estilo. -¿Qué haremos ahora, pequeña?- dijo él con tono de interés. Ella se acercó a la cama, a la cabecera para ser exacta, se agachó y le dio un tremendo beso de lengua. 《aunque sin lengua ni debería considerarse beso >.<》-Ahora me lo vas a comer a mí- respondió ella, arrancándose las bragas.



Acto seguido, ella se subió en la cama y se le "sentó" sobre la cabeza -Espero sepas usar la lengua- dijo ella. Él se quedó sumergido en una mezcla de sorpresa y felicidad. Por un lado, no pensaba en que Alice podía dar tanto espectáculo a la hora de fornicar; por otro, esa pequeña y dulce parte del cuerpo de ella era todo lo que había imaginado, estaba bien cuidada, rosadita y húmeda. -Bon Appétit- comentó él.



"Nunca he probado esto, espero hacerlo bien" pensó, justo antes de su primer movimiento...







Continuará...

jueves, 9 de enero de 2014

Un Lazo en el Meñique (P19)

Mientras las gotas caían en la tierra, que tanto había sufrido ya, se formaron charcos. Lagrimas siguieron brotando de mis ojos, me sentía tan debastada y destruida como ese pedazo de tierra al que llamaba Mi Mundo.

Dejé caer mi mano en la tierra, pero me encontré con un pequeño charco en el que decidí mirar mi rostro. El agua estaba haciendo ondas. Pude ver mi reflejo distorcionado pero poco a poco el agua se volvió negra. La verdad no lo entendía en ese momento, pero lo que sucedió luego me dejó muy asombrada.

Cuando el agua se calmó quedé boquiabierta. La imagen no era mi reflejo, sino algo más: mostraba a Chat. No podia escucharlo, estaba sentado en una especie de trono, tenía expresión furiosa y parecía gritar a una rara especie de hombre cocodrilo. Acto seguido, este se arrodillo aceptando la "orden" y se retiró. El hombre cocodrilo fue seguido por otros dos de su especie y llegaron a una gran puerta de madera.

Se pusieron a discutir frente a la puerta, en el rostro de uno de ellos parecia reflejarse verdadera molestia, no en el sentido de irritación sino de discordia, como si librara una batalla interna entre ordenes y principios.

Abrieron la puerta y la tenue luz del pasillo iluminó el interior de una habitación sin ventanas.  La habitación parecía un calabozo y, tirada en una esquina había una persona, un chico.

Estaba sentado en el piso, en algo similar a posición fetal. Cubría su cara con los brazos y apoyaba su frente en las rodillas. Su pelo era lasio pero no pude ver el color. Su cuerpo estaba lleno de tierra, al punto que no se sabia que era piel y que era mugre. Su ropa se reducía a arapos y sus muñecas estaban atadas a grilletes al igual que sus tobillos. Algo extraño recorrió mi cuerpo -¿pasa algo, mi Lady?- dijo Chibi, no lo pensé, diría más bien que las palabras brotaron solas de mi boca -Da...Ca...- noté un tono raro en la pregunta que siguió -¿El Guardián? Pero él tiene el pelo con rulos-.

Efectivamente, Daca estaba en un estado deprimente y nauseabundo, era irreconpcible hasta para las Esferas... Era irreconocible hasta para mi.

Uno de los hombres cocodrilo se acercó a el y, por sus ademanes, deduje que gritaba. El presunto Daca negó moviendo debilmente la cabeza. Furioso, el que había recibido la orden de Chad arrancó de la pared las cadenas que ataban los grilletes y halándolos obligó a Daca a cambiar de posición.

Pude confirmarlo, era él en el peor estado. Sus labios parecían rotos, sus ojos salidos y las ojeras bien marcadas, el chico de mis sueños fue arrastrado fuera de aquel horrible lugar, seguro a uno peor... No lo sé... El charco no me mostró más...

Continuará...

Triángulo Traumático (P19)

Alice retiró la manta, Damian la miraba extrañado -¿Y bien? ¿No vas a hacer algo más?- preguntó. La mirada de Alice reflejaba total curiosidad hacía aquel bulto que cubría el boxer. -Solo debes quitar el botón y apartar un poco la tela del agujero- indicó él. Ella había hecho una buena entrada, pero no era fácil ocultar el hecho de que era la primera vez que vería un pene.

Cuidadosamente y con el pulso tembloroso Alice procedió a quitarle la ropa interior, dejando salir el miembro a medio crecer -Está blando, ¿debe ser así?- la falta de experiencia reflejada en aquella pregunta sorprendió mucho a Damian -Tu trabajo es ponerla dura, Alice- Ahí ella se confundió ¿debía chuparla? Se acercó con la boca abierta -No, es muy pronto para eso aún- Entonces... ¿morderla? Eso sería demasiado rudo ¿Acariciarla? No podía preguntar porque quedaría como tonta, pero decidió arriesgarse con la última opción.

Con una brusquedad no natural la agarró con su mano derecha, apretando y lastimando a Damian -¡Así no!- Respirando él, respirando profundo, tomó la mano de ella y la hizo aflojar un poco, sin que la soltase -Empieza acariciándola despacio, de arriba a bajo- le dijo, mientras le movía la mano para que cogiera el ritmo -incrementa la velocidad gradualmente- Con el masaje se fue poniendo cada vez más grande y dura, hasta ser algo merecedor del nombre erección.

Se quedó sorprendida y algo apenada, pero a la vez sintió la temperatura de su cuerpo subir. Fue aumentando la velocidad. Damian se mordía el labio, trataba de aguantar pero se le hacía muy difícil. De pronto Alice acercó su lengua a la base y lamió hasta la punta, repasando un par de veces el frenillo. Ante la sorpresa él se corrió, ensuciándola.


Continuará..