lunes, 31 de marzo de 2014

Es Mi Hermano ¿No? (P9)

Sinceramente, la cara de mi madre expresó en ese momento una furia salvaje, no tengo idea de qué clase de bestia podría estar sustituyendo a mi progenitora, pues esos ojos no eran comunes ni en la peor de mis travesuras. Chad se levantó de la mecedora, tomó a mi madre de la mano y entrelazó sus pequeños deditos con loa de ella -Ame dice la verdad, todo sucedió así- las lágrimas brotaban, de no haber sido su hermana yo también habría creído que ese frío corazón era capaz de sentir algo. Las cosas se quedaron aquí, no hubo investigación y todo quedó en el olvido con el suave pasar de los meses grises*.



El primero de abril ocurrió algo cuyos detalles no me fueron revelados. Era exactamente el año 2001 y mi madre había sido fríamente asesinada por un policía que se había enredado, por mera casualidad, en el camimo de Chad.



Todo lo que sé es que Estaba yo tirada en la esquina de la habitación, solía pasar cada día allí debido a mi tristeza, pensaba que YO había provocado la muerte de mi tía y no era capaz de soportarlo. -Si te hace sentir bien, la culpa la tengo yo, no tú- dijo Chad, quien estaba sentado en el escritorio que nos turnabamos para usar. -Me quita algo de peso, supongo- dije, sin salir de mi depresión. Chad tomó una hoja de papel que había estado usando y la dobló hasta hacer un avioncito -Encargáte de esto, pequeño- acto seguido, lo lanzó por la ventana.

La verdad no veía la conexión entre eso y el asesinato hasta hace poco, pero es harina de otro costal y se contará en su momento.



El día dos de abril fui enviada a donde mi otra abuela, por mera casualidad regresé al atardecer, el cual estaba más rojo que nunca y teñía todo el pueblo de sangre. El barrrio estaba vacío y la puerta principal de mi casa estaba abierta de par en par. Entré y escuché algo como gritos, los cuales seguí hasta el patio donde el miedo me invadió y sentí en carne propia el sufrimiendo de alguien más.



El panorama era el siguiente: una gran pila de leña, en el centro de ésta mi hermano estaba atado a una silla, todo golpeado y sangrando. Alcancé a ver también que le habían cortado la mano derecha, pues la tenía puesta en el regaso. "¿Por qué?" fue la única cosa que me pasó por la mente "¿Por qué yo? ¿Por qué debo sufrir así? ¿Por qué me lo arrebatarán?" Sin importarme mucho La escena corrí a su encuentro gritando -¡Chad!- pero fui detenida a medio camino por un vecino -Aguanta, hermano, voy a salvarte-. Poco a poco fue levantando su cabeza. Me miró con ternura y sonrió de manera tranquilizadora.



El pueblo no entendía y cuchichaba. Chad movía sus labios con suavidad, como tratando de decirme algo pero -¡Ahhhh! ¡Nos está echando una maldición! ¡Quémenlo ya!- enormes cubetas llenas de gasolina fueron arrojadas sobre el, quien no se inmutó y siguió con la misma mirada. Lentamente un fósforo cayó en la gran pila de leña y el mar de gasolina empezando un gran incendió.



-¡Escuchen bien mis palabras! Pueden golpearme, mutilarme y quemarme, pero yo volvere ¡volveré para llevarmelos conmigo  al infierno y para recuperar la parte de mi que me han arrebatado!- gritó Chad y una gran columna de fuego que se levantó. El fuego se apagó segundos después y quedaron solo cenizas, que fueron llevadas por el viento.


Continuará...


*Con "meses grises" Amelia hace referencia a los meses de invierno.

jueves, 6 de marzo de 2014

Noticias...

Bueno gente... Aprovechando que iba a escribir quería ver una manera cómoda y útil de ilustrar un poco los relatos para hacerlos más divertidos e interesantes, por lo cual he estado probando unas páginas y he aquí lo que he logrado hacer por ahora...


 En este caso, esta sería la cara de Chad :3
Y esta sería nuestra querida Emy

Ambos personajes de "Un Lazo en el Meñique".

Espero sus opiniones al respecto de esta idea a ver si la implemento...

¡Hasta luego!



lunes, 3 de marzo de 2014

Es Mi Hermano, ¿No? (P8)

Las fuertes lluvias dañaron un poco la estructura de la casa, la habitación que Chad y yo compartíamos tenía algunas filtraciones por lo que la pintura se arruinó, despegándose tanto de las paredes como del techo.    En cuanto nuestra familia volvió a la estabilidad procedieron a las reparaciones. Primero sacaron todos y cada uno de los muebles de la habitación. Luego consiguieron a alguien para el resto. Mario fue el seleccionado para las reparaciones, empezó a raspar las paredes con una espátula para así quitar la pintura que aún quedaba adherida a la pared, Chat decidió ayudar un poco con eso. -Bueno pequeño- le dijo Mario a Chad -para lo que sigue no me puedes ayudar, debes salir-. El niño cumplió obediente el mandato y se fue de la habitación la cual estaría pintada de blanco para el atardecer.



Las cosas volvieron a su lugar al día siguiente, nada interesante. Una habitación pequeña con dos camas pequeñas, justo para dos niños de 4 años. Había un espacio vacío que separaba ambas camas y daba paso a una de las paredes, esta quedaba justo en diagonal de la puerta, la cual quedaba en una esquina de la habitación. La verdad sobre decir que era una habitación preciosa y que me encantaba.



El domingo siguiente, me parece que estaríamos ya en febrero, una tía nuestra (que no solía visitarnos) fue a la casa, su nombre era Francia y vivía en la otra punta del país. Ese día es un poco confuso para mi pues lo que pasó es... Recuerdo que yo tenía un lápiz rojo en la mano y estaba escribiendo en la blanca pared mientras chat susurraba una extraña canción. Recuerdo también como la puerta se abrió de golpe pero no me giré hasta escribir la última palabra, me giré solo para encontrarme con la cara de terror de mi tía Francia, quien leía mi escrito.



El lápiz cayó de mi mano y fue entonces cuando Chad se giró. La puerta se cerró furiosamente por si sola, pegando a mi tía de una esquina del marco, sobre el filo. El golpe no la mató ni mucho menos, Chad frunció un poco el ceño y la puerta volvió a cerrarse.. Una y otra y otra vez. Los impactos la hicieron caer al suelo, su cuerpo estaba cruzado a través del marco. De la cintura para arriba estaba dentro del cuarto y de la cintura para abajo fuera. Los golpes no cesaron en ningún instante, ni por un pequeño segundo. Francia tenía sangre en la boca y alguna costilla rota. Ya no se movía, ya no respiraba, fue entonces cuando la puerta detuvo su ataque cerrándose con fuerza y partiendo el cuerpo por la mitad.



Me quedé pasmada. Algo de sangre había caído en la cara de Chad, en la mía sentí algo tibio... Creo que me desmayé pues no recuerdo nada más excepto lo que escribí en la pared... En la pared escribí, con lujo de detalles, la manera en que Francia moriría con la puerta mientras que Chad cantaba...



Desperté en la cama de mi abuela, mi madre me pasaba la mano por los cabellos con la dulzura que solo una madre puede tener con sua crias. -Amelia- decía con voz temblorosa -Amelia, ¿te encuentras bien?- levanté la cabeza un poco -Mami... He tenido una fea pesadilla- una lágrima resbaló por su mejilla -No fue una pesadilla, amor, ¿por qué escribiste todo eso? ¿Qué pasó en realidad?- miré a mi al rededor y mis ojos se toparon con los de mi hermano, quien estaba en una mecedora -No lo sé- respondí, con voz de ira mi madre replicó -¿Cómo rayos no vas a saber si el relato está escrito en la pared con tu puño y letra- -Lo escribí antes de que pasara...-


Continuará...