domingo, 29 de septiembre de 2013

MI OPINIÓN SOBRE DRAGON BALL Z: LA BATALLA DE LOS DIOSES (Podría contener SPOILER)



Hola, esta publicación es para contar mi propia perspectiva sobre la película, pienso que como muchos lo han hecho, no importara nada si yo expreso mi propia critiquilla ¿no? Por favor, antes de opinar nada lea todo y recuerde es MI opinión y no trato de ofender a nadie.

Empiezo:

Desde hace meses supe que vendría una pelí de Dragon Ball y me obsesionaba la idea de verla, era algo sumamente importante para mi ver anime en el cine, por todo lo alto, como lo haría si viviera en Japón. Gracias a este maravilloso grupo me enteré que la película sí se presentaría en cines, por lo que me puse a investigar. Al principio me pareció caro, pero empecé a ahorrar y dar "lata" a mi abuela y mi tía para que me llevasen al cine a verla, aunque no es película de su gusto. Supe que la pelí estrenaba el 26 de sept pero por motivos personales no pude ir ese día.

Me atormentaba el paso del tiempo, además me deprimía un poco ver la guerra entre ambos bandos de ODU, unos diciendo "la pelí es una mierda" mientras que otros la defendía con garra y colmillo.

Hoy por fin pude ver la película y calmar mis ansias. Fui a Sambil, donde la película se exhibía en la sala 1 del área Experiencia V.I.P. Tanda de las 3pm debido a que vivo en Hato Mayor y tenía que tomar una guagua. Como era una tanda temprana tuve la sala de cine completamente para mí sola, así que estuve a mis anchas para poder analizar la película a gusto y no me perdí ni un minuto de ella.

Mi opinión es que ES UNA GRAN PELÍCULA, me encantó bastante y tengo muy buenas razones que defienden mi posición:

(Si usted fue a DISFRUTAR y no a CRITICAR la película entonces sabrá que todo esto es verdad)

1-Desde el principio se nota el humor típico de Dragon Ball, ¿qué sería de esta maravillosa creación sin las bromillas de Gokú?

2-Se nota el cuidado al detalle: si se fijan bien, los siempre presentes pelillos sueltos de Goku estaba en su lugar 

3-Las voces: es algo que me encantó y me regresó a mi infancia, suele pasar que ciertos dobladores cambian las voces de los animes hasta cada temporada y en cada pelí, pero en este caso no fue así, eran las mismas voces que mi infancia *^*

4-Suprimieron lo que podía ser una saga de 384792348 caps a 1h30, que son 3caps.

Noté otras cosas, pero lo MÁS IMPORTANTE es lo siguiente: YO no fui a ver la película pensando si "llenará mis espectativas", yo fui a verla pensando como en la infancia, con el amor, fanatismo y devoción que sentía por DBZ y DBGT cuando niña. Como cuando me sentaba de Lunes a viernes, a la misma hora, esperando que Telesistema pusiera un nuevo cap.

Ese es el secreto de la pelí, tratar de llevarno un ratito a nuestra infancia, no superar las espectativas que tenemos como "adultos".

Gracias 

domingo, 22 de septiembre de 2013

Una Lazo en el Miñeque (p4)

-¡Señorita! ¿Se encuentra bien, señorita? No debería echar siestas al sol, despierte por favor- Escucha esa voz entre mis sueños mientras sentía como me mecían con violencia. Abrí los ojos lentamente y vi al mismo chico de hace rato, tenía extendidas unas enormes alas de ángel con las cuales me tapaba del col -¿Qué me pasó? ¿Morí?- Me miró extrañado -Se desmayó, señorita, me había preocupado- Cerró las alar y yo cubrí mi cara con una mano. Lo raro era que, amarrado del dedo meñique de dicha mano estaba un hilo rojo. Él lo miró con curiosidad y se puso pálido -No... ¡No puede ser! ¡Es el hilo rojo del destino!- gritó mientras salía corriendo, tropezándose a cada rato, dejándome sola con el mareo y la duda.

Poco a poco me puse de pie en ese enorme pasto y volví a ver mi dedo, el hilo seguía ahí y se extendía como una correa. Miré a mi alrededor y conseguí ver los unicornios, también pegasos y dragones pequeños.
-Debo salir de aquí antes de terminar totalmente loca ¿un ángel? ¿unicornios? ¿dragones? ¿pegasos? ¿qué sigue?- dije, me levanté y empecé a caminar siguiendo la dirección que llevaba el hilo, para ver a donde me guiaba.

Caminé y caminé durante demasiado rato, ya no podía más y pensé seriamente en tomar un descanso. Pero un pequeño resplandor más allá me impulsaba a continuar, aunque mis pies se resentían demasiado como para dar un solo paso. Me debatía fuertemente y decidía echarme un rato bajo la sombre de un árbol, bajo el cual me quedé dormida.

Al rato después sentía una suave brisa, algo así como si un aleteó tuviera lugar frente a mi cara. Semejantes alas tendrían que ser para proporcionar esa brisa a pesar de la poca frecuencia con la que se llevaba a cabo. Abrí los ojos lentamente y lo que vi me dejó sin palabras. Ahí frente a mi, aleteando con unas hermosas alas de ángel, una túnica negra. Su cabello con rizos, que era como un rubio cobrizo, cubría toda su cabeza mientras que algunos cubrían parte de su ojo. Ojos verdes y cara blanca, casi pálida contribuían a su belleza de quinceañero. Suavemente susurré -¿Da...ca?- y al escucharme su expresión cambió por una que denotaba preocupación -¿cómo sabes mi nombre?- me quedé sin aliento ¿cómo era posible? ¡Era la mejor cosa que me pudo pasar! Sólo había podido verlo en mis sueños y ahora estaba aquí frente a mi, Daca, uno de los personajes de mis relatos y guardián de todo lo importante de mi imaginación.

Decidí incorporarme para hablar con él, pero como guardián que era sabía que sería difícil.

Continuará...

jueves, 19 de septiembre de 2013

Triángulo Traumático (p8)

Poco a poco fue despertando, mareada por el efecto del cloroformo… Ya no estaba frente al río, sino en un lugar raro y oscuro. Parecía ser la caseta junto al río. Trató de moverse pero no era capaz. Estaba acostada sobre un colchón con los brazos y piernas inmovilizados, estaba atada en forma de equis (X).  Escuchó un ruido, pero debido a la posición de su brazo no era capaz de ver qué era. El chirrido era bastante sonoro pero iba despacio, era el sonido de la puerta mientras era abierta con timidez.

Levantó la cabeza en un esfuerzo, aún estaba mareada, pero logró ver una figura gruesa entrar por la puerta, era capaz de ver la silueta por la contra luz que hacía con la luna llena de aquella noche pero no podía reconocerla ¿era su padre? ¿Su tío? ¿Alguno de sus primos? No estaba segura. El mareo sobrevino más fuerte y se desmayó.

La figura se acercó rápido aprovechando el desmayo y la despojó de toda la ropa. A pesar de su tierna edad ya tenía el cuerpo bastante formado.  Senos grandes para su edad, un abdomen suave aunque marcado en cierta forma por la musculatura producida por el ejercicio y su zona privada, su sexo, tenía ya algunos pelos símbolo de que ya había pisado por la pubertad.
Kimberly volvió a despertar. Abrió los ojos lentamente procurando no sucumbir de nuevo a un mareo o a alguna otra condición debido al cloroformo. Al abrir sus bonitos, ya agotados, vio la cara de su tío y la de Marcus Jr., su primo mayor. El hermano menor de Marcus Jr. se había acobardado, por lo que no participó en ese plan, sin embargo no sentía la conciencia limpia porque fue cómplice, se encargó de encubrir a su padre y hermano.

-Oh pequeña Kim, por fin despiertas- le dijo su tío en tono burlón. La niña, bastante asustada, empezó a hacer varias preguntas, a las cuales él se limitó a responder –No te preocupes, todo está bien, te haré sentir muuuuy bien-  El simio de 40 años deslizó sus manos rasposas a los senos de Kim y los empezó a acariciar mientras ella lloraba y gritaba por clemencia. Su primo no podía evitar mirar y estarse quieto, le daba morbo pero a la vez miedo. El viejo hizo una señal a Marcus Jr., quien tomó su lugar acariciando los senos de Kim y, de vez en cuando, pasando la lengua sobre sus pezones. Los gemidos eran inevitables, pero más allá de ser gemidos de placer, estos eran de dolor y vergüenza. Su tío se dirigió lentamente a su sexo lamiendo todo su vientre. Esa saliva asquerosa hacía estremecer a la pobre chica. Finalmente el viejo puso una de sus enormes manos en las partes íntimas de la joven y, con los dedos, empezó a acariciarle violetamente el clítoris.

Para Kim era un asco, no podía hacer nada y sus gritos y sollozos no convencía a esos monstruos de que la soltasen. Súbitamente su tío pegó toda la boca a su intimidad y empezó a lamerla desde arriba hasta abajo, empezando por el monte de venus y terminando casi en el ano. Luego de lubricar suficiente procedió a bajarse los pantalones diciendo –Iba a dejar que mi hijo fuera el primero, pero no puedo resistir el llamado de un coño virgen y apretado- Se acercó a Kim y de parte en parte fue metiendo el largo y grueso instrumento en su vagina. El dolor era sumamente insoportable y no pudo hacer más que llorar a todo pulmón. Su primo empezó a quejarse y la respuesta de su tío fue –Puedes cogerte su boca, ve que quizá te haga una buena felación-.

Sin la menor consideración su primo le metió medio rabo en la boca a la pobre chica, causando que su reflejo de vómito se estimulara, pero resistió. Aguantó así alrededor de media hora hasta que, tanto su primo como su tío, se corrieron en ella. Lo siguiente fue atar sus dos manos juntas. Ahora Marcus la penetraría por delante mientras su tío cogía su virginidad anal. Metidos ambos y acomodados dentro de la pobre Kim se empezaron a escuchar ruidos, ruidos que para ellos eran insignificantes ya que estaban extasiados debido al placer que sentían.

Finalmente Kim lanzó su último grito de ayuda, antes de quedar inconsciente, para no vivir el horror de su propia carne mientras era violada por su misma sangre.

 El alarido de la joven no cayó en oídos sordos, sino en los de Rex, un perro policía jubilado que estaba descansando en casa de su dueño, jefe de la comisaría, cuando lo escuchó. El perro, muy hábil en sus años de servicio antes de haber perdido una de sus patas (motivo de su jubilación) empezó a ladrar. Estaba tan inquieto que Thomas, su amo, no encontró más remedio que Salir a ver qué pasaba.
Rex, corrió de prisa y señaló la radio, tiempo atrás esto era como decirle a su amo “Amigo, pide refuerzos” por lo que su amo entendió y de prisa pidió un par de patrullas. A pie y junto con cinco policías y otros dos perros Rex los dirigió a la caseta junto al río, donde encontraron en pleno acto de violación a Marcus Jr. y su padre.

La chica fue rescatada y ellos condenados a la cárcel por violación  a una menor. Además del incesto que era ilegal. Veinte años de cárcel a cada uno por el abuso.
Kimberly tuvo que ser mandada al hospital debido a serios desgarros vaginales y anales, además de las serias secuelas que este acto podía llevarla a sentir.



De pronto Kim escuchó la voz de Alice -¿Kim? ¿Kimberly estás bien?- y regresó al momento del que había partido justo antes de regresar a los recuerdos de aquél fatídico día.

Continuará...

Triángulo Trumático (p7)

Luego de unas horas de clase, sin nada más que comentar, llegó la hora de la comida. Matías de inmediato pensó -si me siento con el chico nuevo de ahora en adelante, seré el más cool de todo el colegio, ¡las chicas me amarán!- pero cuando se volteó vio a Alice junto a la mesa de Damian. Entre sus delicadas manos sostenía unas vasijas plásticas envueltas por un fino pañuelo azul cielo. Estuvo ahí parada, sonrojada, durante varios minutos mientras que Kim la observaba desde la puerta, sin quitar el ojo. Finalmente Alice movió la boca y, con una voz que parecía romperse se presento -Mi nombre es Alice y... Yo te estuve observando y quería... Bueno si tu quieres... Que tal vez... Nosotros... ¿Quieres almorzar con nosotras dos?- dijo, conteniendo la respiración. Damian le sonrió aceptando y, a la vez, derrumbando las esperanzas de Matía de ser el más "cool" de la escuela.

Alice lo dirigió a la vez que le contaba algo sobre ella -Mi nombre es Alice Elizade, sé que eres Damian White y tienes 17 años, yo tengo 16. Vivo a unos veinte minutos de aquí si vas en auto- La sonrisa de Alice era amplia y tierna, Damian no podía resistir la necesidad de apechurrarla entre sus brazos, pero la mirada de Kimberly, esos ojos eran como dos dagas clavadas en su nuca, que no lo dejaban respirar en paz ya que volvían gélido el aire, algo que no parecía molestar a Alice.

Finalmente se sentaron en una de las escaleras del colegio, allí empezaron a hablar más cómodamente y a comer, tratando de conocerse. Mientras Alice charlaba animadamente con Damian Kimberly se perdía en su mundo un rato. Se quedó mirando el pequeño bulto de los pantalones de Damian y recordó un capitulo de su vida que creía cerrado.

Kimberly Xio tenía 12 años por aquel entonces. Su padre, viudo hacía pocos meses, era (y sigue siendo) un catedrático de la más prestigiosa universidad y, con una hija de 12 años y unas gemelas recién nacidas optó por la ayuda de su hermana y cuñado para cuidarles. La madre de Kim había muerto durante el parte de sus gemelas. Las bebés y Kim estaban al cuidado de sus tíos durante todo el día, en cuanto la niña llegaba del colegio iba derecho a la casa de su tía. Pero esa tía tenía dos hijos algo mayores, tenían 17 y 19 años por aquel entonces.

Un día, en complicidad de su padre, autor intelectual del hecho, llevaron a Kimberly a una caseta junto a un río. La idea era engañar a la ingenua jovencita diciendo que le mostrarían una cascada que mostraba un arcoiris. La amarrarían y dormirían con cloroformo y luego abusarían de ella.

Un martes por la tarde, muy caluroso por ser finales de verano, Kim acababa de llegar a casa de su tía luego de haber salido de uno de los clubes deportivos escolares de los cuales era presidenta. Allí Marcus Jr, el mayor de los hermanos, se acercó a ella y en plan de secreto le susurró al oído -Te espero al atardecer en la orilla del río, hay algo cojonudo que debo mostrarte- y sonrió.

Kim era una chica inocente, que no tenía mundo más allá de su familia. A su edad no sabía a ciencia cierta que era el sexo y jamás había visto un pene, sin embargo sabía perfectamente las partes de la vagina y su función a la hora de proporcionarse placer.

A la hora del atardecer Kimberly fue al lago. Allí empezó a observar la cascada, donde se formaba el arcoiris. De pronto sintió que alguien se acercaba. Ese "alguien" la sujetó con fuerza por la espalda y la durmió con cloroformo. Lo último que ella vio antes de dormirse fue el arcoiris de la cascada...

Continuará...

lunes, 16 de septiembre de 2013

Un lazo en el Meñique (p3)

Mientras miraba el techo pensaba en qué iba a pasar ahora, estaba en un nuevo barrio, en un nuevo pueblo de un nuevo país. No conocía absolutamente a nadie y no sabía si podría congeniar con nadie, en especial con el vecino, que me ponía nerviosa con solo mirarme. ¿Era por qué lo había visto sin camisa en su cuarto? Puede ser, era una mirona, pero ese cuerpo me llamaba a gritos para que me asomara a la ventana para verle.

Me levanté muy a mi pesar y me senté al borde de la cama “¿debo mirar o no?” pensé… Al poco rato decidí pasarme a la silla de mi escritorio con la ventana abierta. AL abrir la ventana lo vi ahí sentado frente al caballete, estaba pintando algo pero no podía ver que era. Sin levantar la vista me dijo –Sabía que te volverías a asomar- El color tomó mi cara, él giró el caballete y dijo -¿Lo ves? He estado pintando tu ventana y tú sales mirando a través de ella- Me observó durante un minuto esperando respuesta a sus palabras y finalmente dije –Pintas muy bonito-  Se sonrió y dijo –Tú seguro escribes sensacional, es a lo que te dedicas ¿no?- ¿Cómo rayos lo supo? Era muy raro eso, ¿qué sabía de mí exactamente? ¿Quién le había contado? –Oye, Emy, Me llamo Chad, por si no sabías. Tenemos la misma edad eh, yo cumplo años el 29 de febrero.- Quedé un poco extrañada –Yo también- respondí –voy a ponerme a escribir mi novela ¿vale?-. -De acuerdo, yo seguiré pintando aquí, a esta ventana le falta algo realmente-.

Luego de esa “segunda presentación” me dediqué a continuar con la historia que iba escribiendo.
A las ocho de la noche  ya era hora de cenar, a mi madre se le ocurrió que algo de pizza estaría genial, en especial combinándolo con alguna película de terror jajá. En esa noche de madre-hija decidió que era buen momento para hablarme –Oye hija, ¿qué te ha pasado hoy con el vecino? VI que no le hablaste, solo te pusiste colorada. Luego fui capaz de escucharlos mientras se hablaban entre las ventanas de sus cuartos- Me sonreí y dije -¿Te soy sincera?- me miró con cara de “no me digas” y dijo –No, por favor miénteme, jajaja- Me acerqué despacio tratando de mantener el drama –Fíjate que cuando fui a ver mi cuarto me quedé mirando la ventana, entonces de la nada entra éste bombonazo rubio al cuarto sin camiseta y luego, el antes mencionado bombonazo viene a casa a presentarse como el nuevo vecino y a darme galletas ¿qué te parece?- Me miró tratando de contener la risa -¿y ya sabe que lo viste? Pobrecito, ya no se va a poder casar, lo viste sin ropa ¡pervertida! Jajaja- Continuamos con la broma un rato y luego, sobre las diez, me fui a dormir, había sido un día agotador.

Me tomó mucho tiempo conciliar el sueño, daba vueltas en la cama sin parar y vi una luz entrar por la ventana así que fui a ver.  Él estaba ahí, con la cabeza apoyada en el marco de su ventana mientras miraba hacía la mía. –Sentía algo raro y no podía dormir, lamento si la luz de mi cuarto entra en el tuyo, pero no podía estar más tiempo así…- Negué con la cabeza y respondí –Yo tampoco podía dormir… - Nos miramos en el silencio de la noche sin decir nada, pero aun así yo me sentía confortada, como si le conociera de toda mi vida.

Dadas las dos de la mañana, una hora después de solo estar ahí mirándonos decidí irme a dormir. Él apagó la luz en  cuanto me retiré de la ventana y no sé qué hizo, pero yo me acosté y me dormí enseguida.

Desperté cuando los primeros rayos del sol tocaron mi cara. Acaricié las sábanas con las manos y me di cuenta de algo –Esto se siente como… ¡como césped!- Subí la cabeza de inmediato, había despertado en una especie de campo extraño, tirada en el suelo y, lo más importante, con una ropa totalmente distinta. -¡Yo no me fui a dormir con unos Jeans y una camiseta azul! ¿Qué mierda está pasando?- Miré a mí alrededor un poco espantada cuando. Vi a un chico que se veía algo menos que yo acercarse tímidamente –Disculpe, señorita- dijo espantado -¿Podría calmarse? Está asustando a la manada de unicornios y… Cuando se asustan pueden ser muy peligrosos.- Puso cara de miedo. Susurré -¿U...Unicornio?- Y me desmayé.

Continuará...

sábado, 14 de septiembre de 2013

Un Lazo en el Meñique (p2)

Seguía observando esa ventana sin apartar la vista, tenía ganas de ver que había en el caballete, la curiosidad me carcomía y pensaba que si lograba verlo quizá podía seguir escribiendo esa historia...

Fue entonces cuando un ruido de puerta, bastante rechinante si me lo preguntan, interrumpió mis pensamientos. Me bajé de la silla escondiéndome bajo el escritorio, no era la puerta de mi habitación, sino la de enfrente. Cuando escuché otra vez el rechinido asomé la cabeza con cuidado. Mi nuevo vecino era un chico alto, de como un metro setenta. Tenía la piel blanca, el pelo rubio y, aparentemente, los ojos azules. Me volví a esconder y apretaba mi pecho con mis manos tratando de que mi corazón no saliera corriendo.

-¡Emy!- era la voz de mi mamá -¡Ven aquí!-. Traté de calmarme para poder afrontar la situación y respondí -¡Ya voy mamá!-. Miré a todos lados, respiré hondo y salí de la habitación. Bajé las escaleras para encontrarme en la puerta con el chico que, minutos atrás, había estado en la habitación vecina.

Mi cara se llenó de color cuando él me sonrió -Tú debes ser Emy - me dijo -Mi mamá horneo esto para darte la bienvenida al barrio, espero te guste este lugar tan tranquilo- me entregó una cajita llena de galletas, sonrió y se fue. Mi corazón iba a toda velocidad y el color invadió mi cara... Mi madre mi observó con una sonrisa algo  burlona -Hija, mira lo colorada que te has puesto jajaja- Miré a todos lados porque no sabía donde meter mi cara debido a la vergüenza y, simplemente, salí corriendo para encerrarme en mi habitación.



Continuará...

domingo, 8 de septiembre de 2013

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Estoy buscando a alguien que me ayude con mi  blog.

Solo hay 2 requisitos :
1-saber dibujar
2-que le guste lo que escribo

Básicamente se trata de dibujar a los personajes fundamentales de la historia una vez, para que sepa la gente como se supone que se  ve.

Motivo: me gustan los relatos con dibujo y por eso busco alguien que me ayude.

¿Por qué no lo dibujo yo? Dibujo del asco señores e.e

Si hay Alguna voluntaria (o voluntario) por favor, escríbame! :D 

Mi Twitter es @ET0696

Un Lazo En el Meñique

La puerta de la casa se abrió lentamente y fui pasando a través de ella con mucha timidez. La casa era vieja, hecha de madera y estaba en un punto lejano del centro de ese pueblucho al que me había mudado con mi madre.

No pude evitar recordar como había llegado allí luego de lo que pasó...

-Sé que es un poco pequeña- me dijo mi madre, con algo de pena -Es más que suficiente para nosotras dos- le respondí sin mostrar ninguna emoción. Ella se mordió el labio, aún no estaba segura de cómo tratarme, no después de todo lo que pasó... -Iré al mi cuarto- dije, y la miré mientras asentía.

Allá empecé a reflexionar sobre mi vida, recapitular mi pasado...

Mi vida empezó de forma un poco comprometedora debido a la poca edad de mis padres. Vivíamos los tres en un pequeño apartamento de una ciudad muy activa cuando, un día, mi madre y yo llegamos de una compra y encontramos a mi padre en medio del acto de procrear con una zorra cualquiera. Mi madre y yo nos fuimos de casa a vivir con mi abuela y mi padre se casó inmediatamente con esa otra.

No sé si fue complicado para mi, no lo recuerdo claramente. Cuando cumplí siete años la zorra esa con la cual mi padre se había casado se drogó y lo mató, luego se suicidó. Poco después mi madre se mudó del país y quedé mucho tiempo con mi abuela.

Ahora, diez años después de ese momento mi madre volvió y me llevó con ella a otra vez.

Terminé en esta casa, lejos del lugar que llamo "hogar" y sin muchas ganas de adaptarme a todo esto...

Al abrir a puerta vi por primera vez mi nueva habitación. Estaba pintada de un tipo de blanco que trataba de parecer rosa. Todos mis posters había sido cuidadosamente colocados, además había algunos nuevos, todos de mis animes favoritos. Había una enorme ventana que daba para ver la calle y también estaba de frente con una habitación de la casa de los vecinos -Desde estas ventanas podría hablar con los vecinos- y bajo esa ventana estaba un escritorio, era perfecto puesto que me dedico a escribir historias de todo tipo. Finalmente estaba la cama junto al escritorio y el librero atrás de la puerta.

-¿Te gustó?- dijo mi madre, quien se había parado detrás de mí. Respiré profundo y sonreí mostrando una sonrisa -¡Me encantó!-. Ella me devolvió la sonrisa y se fue, dejándome en paz al fin.

Me senté en el escritorio y saqué mi laptop, iba a empezar de inmediato a escribir para reflexionar sobre ese gran vacío que sentía en mi corazón cuando me perdí en el fondo de pantalla... Me mordí el labio con rabia -No puede ser...- La ira empezó a invadirme porque había olvidado como iba a continuar la historia que estaba escribiendo, así que decidí mirar por la ventana para relajarme.

Miré directamente a la calle, hasta que me atrajo la curiosidad por la casa de al lado -será solo un vistazo- pensé, mientras levantaba la vista. En esa habitación había una cama, el cuarto estaba pintado de blanco también y había un caballete. Era la habitación de un chico, por lo que me decidí a seguir mirando...



                                                                                    CONTINUARÁ...

sábado, 7 de septiembre de 2013

Triángulo Traumático (P6)

Un sonido bastante agudo lo trajo de vuelta a la realidad, era el timbre. Damian seguía sentado en su sitio, se había perdido en la conversación con Matías y su cabeza había empezado a "andar entre las nubes". Palideció un poco al ver a esa chica de su reciente fantasía entrar -Por el cielo- dijo entre dientes. Matías lo miró muy extrañado y le dijo -¿qué pasa?- giró y se encontró con la chica -¡ah! es Alice, es bastante simpática, pero no debes acercarte mucho a ella ¿ok?- Damien le miró y asintió sin decir más mientras todo el mundo se terminaba de acomodar y la maestra entraba en el aula.

-¡Disculpe maestra!- un grito provenía de la puerta. Todos voltearon a mirar, Damian también pero... ¿cómo era posible? Era... Era Kimberly... Los cuchilleos empezaron con cosas como  "¿Tarde? Si es el primer día del año", "Las viejas costumbras no se olvidan" y "Ella, siempre así". La chica entró y se sentó en un rincón mientras la maestra observaba a todos con desaprobación.

Una vez regresó el silencio pasó la lista lentamente haciendo mayor fuerza en ciertos nombres -¿Matías H. Valencia?- preguntó -Presente- respondió. Miró la cara del chico mientras éste limpiaba sus lentes y continuó llamando -¿Alice Elizade?- un silecio invadió el aula, todos observaban a Alice mientras ella jugaba entretenida con sus dedos, Damian no puedo evitar observarla con ternura... Entonces sintió una fría mirada clavada justo sobre él mientras la profesora repetía -¿Alice?- La dulce chica entró en la honda y levantó la mano sonriendo ampliamente -¡Aquí estoy maestra!- los suspiros de todos los chicos se escucharon, Alice era como una diosa de la ternura que alivianaba cualquier ambiente tenso. Era tan linda, olía tan delicioso, siempre era como tener un rosal que, además de rosas, diera fresas.

Poco a poco ese tierno aire de dulzura se desvaneció cuando la joven volvió a bajar la cabeza y un bufido bajo y amenazante se escuchó, era Kim, quejandose del exceso de atención que recibía "su" chica.

-¿Kimberly Xio?- continuó la maestra, cuando Kim respondió con amargura -Presente...- La maestra sonrió al ver que llegaba al final de la lista, el  número veinte y cinco de la clase estaba por ser llamado y podría iniciar a pesar del retraso por la junta -¿Damian White?- -Presente- respondió Damian, disimulando su acento inglés a más no poder.

Todas las chicas lo miraron, esperando ese ansiado momento para conocer a fondo la carne fresca -Eres nuevo, Damian, ¿verdad?- preguntó la maestra, aunque claro que conocía la respuesta -Sí- dijo, mirandola a los ojos -¿Podrías ponerte de pie y hablarnos un poco sobre ti?-. La cara de Damian era "un poema" pero no podía negarse a las peticiones de una dama y mucho menos a las de su maestra. A pesar de su incomodidad se levantó y, parado junto a su asiento empezó a articular palabras de forma muy baja -¡Espera!- dijo la maestra -Ven al frente, así todos te verán y escucharan-

Mientras él caminaba nadie le quitaba la vista de encima, excepto Alice... Alice era una chica abstraída, vivía en su propio mundo y continuaba con sus largos y retorcidos pensamientos mientras Damian intentaba presentarse -Mi nombre es Damian White, soy de Londres. Mi familia y yo nos mudamos hace dos meses para vivir en un lugar más tranquilo- Una chica levantó la mano y la maestra le concedió la palabra. Era alta, pelo largo y rojo que llegaba a sus rodillas, estaba envuelto en una hermosa y cuidada trenza. Tenía unos ojos marrones muy brillantes y su piel monera clara era todo un sueño para Matías.

Más allá de su apariencia física lo importante era su "profesión" -Mi nombre es Miranda del Río, soy del periódico escolar- un murmullo la interrumpió "del chisme escolar, querrás decir". Verán, la especialidad de Miranda, más allá del periodismo, era el chisme en sí. Tratando de ignorar esas palabras hirientes dijo a Damian -Si eres de Londres ¿cómo terminaste viviendo en la Isla Sandy y cómo aprendiste a hablar tan bien el español? No tienes casi nada de acento- La profesora miró a ambos alumnos extrañados cuando Damian respondió -Mis abuelos son peruanos, así que aprendí para comunicarme con ellos- me ha servido porque al final estoy aquí, donde se habla español-.

Damian se volvió a sentar. Miró a Alice otra vez y volvió a sentir la fría mirada de Kimberly marcada sobre él. Pero no hacía el menor caso, no podía quitar los ojos de la tierna Alice que estaba perdida dentro de sí misma, esperaba pacientemente intentado disimular cuando, de pronto, Alice se giró y le dedicó una tierna sonrisa, una de esas que te dejan ver el corazón de una persona, una de esas "sonrisas que enamoran"....


Continuara....