Triángulo Traumático (P11)

(Advertencia, esta parte es un poco subidita de tono: )

Mientras Alice esperaba, triste, junto a los apenados señores White, Kimberly estaba en su habitación, tirada en la cama, pensando en todo aquello -Alice...- susurró -solo quiero protegerte, no quiero que pases por lo que yo pasé, no quiero que sufras este dolor ni tengas en tu cuerpo estás marcas asquerosas y repugnante, no quiero que te odies cada día por haber sigo ultrajada, jamás me gustaría que mirases con asco tu propio cuerpo, como si fuera una cárcel de la que quisieras escapar- La pena la empezó a invadir, para despejarse decidió ver tv -típico, 500 canales y nada que ver, arg- dijo ella.

Se acomodó en su cama, boca arriba. y empezó a mirar el techo. -Es increíble lo interesante que puede verse el techo cuando no hay nada más que ver- dijo ella, y empezó a acariciarse el vientre -Alice... Me acuerdo de aquella vez que viniste a mi casa, cuando empezó a llover, pasaste la noche aquí, junto a mi- casi de forma inconsciente Kim deslizó su mano bajo su falda, aún estaba vestida con uniforme. Empezó a fantasear sobre aquella noche con Alice y todas las cosas que le habría hecho de haber podido. Durante la fantasía empezó a acariciar su sexo lentamente sobre las bragas. Su mano iba de arriba a bajo sin pausa ni pena, aumentando el ritmo a cada minuto. El calor de su cuerpo empezó a subir más y más, así que se despojó de la camisa, el sostén y la ya mencionada faldita. Quedando armada solo con sus bragas, continuó acariciándose sobre ellas, pensando en que ya no era su mano, sino la de su amada la que la acariciaba.

Empezó a tocarse los senos despacio, los sentía un poco hinchado pero eso no era un problema. Mojo su dedo pulgar e índice izquierdo en saliva y con eso se cogió los pezones. La frotación ya no era suave, era fuerte y dura, tanto que le lastimaba los dedos. Decidió quitarse las bragas. Empezó a acariciarse y notó lo húmeda que esta, era tan mojado que chorreaba. Usó el líquido lubricante de su propio sexo para seguir acariciando toda la raja, luego se concentró en el clítoris moviendo los dedos en círculo. Cuando se sintió cerca del punto empezó a meterse los dedos en su agujero caliente, sin embargo su fantasía cambio al empezar a meterlos... Ya no pensaba en Alice... Pensaba en Damian. Recordó ese enorme bulto entre las piernas del chico, imaginando que tan grande sería su pene y cómo se sentiría ser atravesada por el.

Acariciaba mucho sus senos, apretándolos con frecuencia y estirando sus pezones. Entonces mientras seguía metiendo los dedos y molviéndolos, también acariciaba su clítoris con la base de su palma. Ahora no solo soñaba con Alice o Damian, sino con ambos, movía rápidamente la mano mientras pensaba en estar, a la vez, con su amada y con el intruso. Los gemidos invadían la habitación mientras continuaba la faena, la chica no dejaba de gritar -¡Alice! ¡Ohhh! ¡Damian, dame más! ¡Damian, más fuerte!- Continuó y continuó hasta que se introdujo un total de 3 dedos en la vagina... Finalmente se corrió en un sonoro y húmedo orgasmo.

Justamente en ese momento, los médicos habían estabilizado al moribundo Damian, quien recién había despertado, curiosamente con una enorme erección.

Continuará...