-Bien, Alice, estoy aquí desde hace media hora y ni siquiera me has mirado a la cara ¿de qué querías hablar?- Alice suspiró -Como si no fuera obvio, debes hablar con Damian- Kim dirigió una mirada de desaprobación -No tengo nada que hablar con ese pervertido- replicó, pero Alice tomó la mano de ella entre las propias -Kim... Lo que hiciste es muy serio ¡es un intento de homicidio!- -Eso... Eso no es cierto, Alice...- -Quizá no lo hayas hecho con esa intención Kim, pero se puede interpretar de esa manera ¡podrías ir a la cárcel! ¡Damian casi muere en el hospital!- Kimberly se mordió los labios, su amiga tenía razón.
Poco a poco las lágrimas empezaron a caer de los ojos de Kim. -Alice... ¿Qué debo hacer?- Evidentemente la situación era muy grave. Damian y Alice eran los únicos testigos... Sin embargo, Alice no podía mentir. Kimberly estaba en problemas -Kim, no llores, Damian aún no te denuncia. Quizá podríamos hablar con él, llegar a un acuerdo para que esto no llegue a oídos de la policía... ¡Todo estará bien, amiga!- Alice abrazó a Kim, quien aún lloraba muy apenada por lo que había hecho. Decidieron ir el sábado a casa de Damian, es decir, al día siguiente.
El primer paso para conquistar a un hombre era conquistar su estómago, así que para ganar terreno en la negociación decidieron preparar un pastel. Alice no era muy buena cocinando, pero Kim era una estrella y sabía perfectamente que pastel prepararían: un ShortCake Japonés.
-Escucha, Alice, necesitamos los siguientes ingredientes:
Mantequilla 80g
Harina 100g
Leche 100ml
2 huevos
Azúcar 100g
Nata para montar 200ml
Queso mascarpone 150g
Azúcar en polvo 16g
Kirsch-
Alice anotó todo y a la brevedad fueron a asaltar la nevera, Kim haría el pastel pero Alice sería su ayudante especial lame cucharas.
A Kimberly le tomó al rededor de 3 horas todo el proceso. Era sorprende su habilidad para preparar cosas sin arruinar nada y ensuciando la menor cantidad de platos. Probaron una rebanada para asegurarse y el resultado final fue este:
Lo metieron en la nevera y lo conservaron hasta el día siguiente, cuando ambas fueron a ver a Damian.
Eran aproximadamente las 10 de la mañana. Damian estaba solo en casa con un mayordomo, la jefa de sirvientas y el jardinero, quien abrió la puerta a las chicas para que pasaran.
Amanda era la Jefa de Sirvientas y recibió a las chicas en la sala, tomó la bandeja con el pastel y lo llevó a la cocina, argumentando que lo subiría en un momento. Mientras, el mayordomo guió a las jovencitas al tercer piso y, más concretamente, a la habitación de Damian -Me alegra que vinieran a visitarle, el Joven Damian ha estad muy deprimido. Como no puede salir a caminar está tumbado todo el día leyendo libros. Ahh pobre criatura, que mala suerte se debe tener para caer de una escalera y quedar así- Kim quedó perpleja -Disculpe... ¿Dijo "caer de una escalera"?- El mayordomo suspiró -El Joven asegura haber tropezado mientras leía un libro, siempre le hemos dicho que fuese cuidadoso pero no entendía-
Una vez llegados a una puerta de roble el mayordomo tocó con suavidad tres veces y luego abrió -Joven, aquí han venido a visitarle- Sin quitar la mirada del libro Damian dijo -Dejales pasar, Artur. Puedes retirarte- -Sí, Joven Amo- El mayordomo se retiró y las chicas pasaron a la habitación, este era el momento decisivo que salvaría o condenaría a Kimberly.
Continuará...
Quizás después de todo, esa acción de Kim ocasione beneficios para Damian....
ResponderEliminar