Un Lazo en el Meñique (P17)

Pedí a las esferas que me dejasen descansar un rato, tenía que relexionar. Además albergaba la esperanza de que, si me dormía durante el sueño, despertaría, pero no fue así. Abrí los ojos cuando los primeros rayos de sol acariciaron mi rostro. Lo primero que vi fue esa esfera de color rojo flotando frente a mí, se veía más brillante que la noche anterior y, por alguna razón, irradiaba alegría. Miré la ventana para ver como seguía el amanecer, a lo que la esfera dijo -Mire, mi Lady, es tan hermoso. No había visto algo como eso- Le observé curiosa -¿Te refieres al amanecer?-. -¡Sí! Verá... Yo nací hace relativamente poco, en el Sur Rojo. Desde que usted se fue el sol y la luna desaparecieron, dejando solo las estrellas para iluminarnos, pero estas desaparecían una a una. Cuando la última estrella iba a morir, yo me escondí.-

-Chibi, ¿hay más sueños jóvenes, así como tú?-
-Mucho me temo que no, soy la última que nació en el Sur Rojo, quizá pronto vuelvan a nacer, pero por el momento soy el último retoño-
-¿Cuántos viven aún?-
-Sólo el 50% de nosotros vive, el 25% está cautivo y los demás escondidos ¡nadie se atreve a enfrentarse al Lord del Norte Azul!.-

Me mordí el labio con fuerza ¿esto era frustración? Estaba hartándome de ser arrinconada por ese estúpido (y sensual) Chad. Con mucha decisión, más de la que había tenido en mi derrotada vida, dije -Chibi, busca un lugar subterráneo y reúne a todos allí, busca también mapas tan actualizados como sea posible- Chibi preguntó intrigada -¿Qué piensa hacer?- respondí con una sonrisa -Tenemos el factor sorpresa y debemos aprovecharlo- -¡¿Sorpresa?!- gritó asustada -Chad cree que estoy derrotada y demuestra su dominio obligando a Daca a romper el equilibrio, dándole superioridad- -¡Mi Lady, no puede enfrentarse a él! ¡Sin cuerpos las esferas no podemos hacer mucho, necesitamos una distancia considerable para unirnos a algún ser y no es permanente sin la unión del guardián!- Sonreí -Chibi, confía en mí, haz lo que te digo y todo saldrá bien-.

Chibi se esforzó por complacerme a la brevedad, pero la mayoría estaba muy bien oculta. Le tomó 3 días (de ese mundo) para conseguir todo lo pedido.

Ya en la cámara subterránea, la cual había sido el refugio de Chibi hace poco, me encontré con todo lo pedido, pero había menos del 25% de los sueños -Chibi, ¿qué pasó con el resto?- pregunté -Tienen miedo de luchar, mi Lady. Además insisten en que los abandonarás de nuevo en plena batalla- por un momento pensé en aniquilarlos, luego me autocorregí, ellos tenían razón, yo era muy inestable.

La abuelita era, extrañamente, el único miembro que se presentó con su cuerpo, ella me explicó que la conexión entre ella y su envase era demasiado fuerte y por eso, tanto el abuelo como Daca y ella, no permanecían lejos de sus envases.

Debo confesar que no le entendí mucho, pero en fin.


Continuará...