miércoles, 4 de diciembre de 2013

El Lazo en el Meñique (P14)

Como cualquier adolescente decidí asesorarme en internet sobre mi decisión de no volver a dormir. Empecé buscando "Consecuencias de no dormir" -"La falta de sueño puede producir dolores musculares, alucinaciones, obesidad, depresión e, incluso la muerte en accidente cardiovascular."* Vaya, es grave y puedo pasar por mucho... Pero si vuelvo allí también puedo morir...- Entonces busqué un listado de pastillas y técnicas que me ayudaran a mantenerme despierta, me tenía que armar.

Descargué varias películas de terror para la computadora, así tendría una buena razón para no cerrar los ojos, además de una buena dotación de café y coca-cola.

El primer día fue bastante fácil, me pasé la noche mirando la pantalla de la computadora, viendo películas de terror y escribiendo. También de vez en cuando aprovechaba para echarle la miradita a Chad, quién a veces me miraba también para de manera burlona mientras pintaba una u otra cosa.

Entre la selección para la primera noche empecé con la suavidad de Chucky, It y ese tipo de películas viejas. Fue bastante fácil hacer que mi cerebro se mantuviera despierto toda la noche.

A la mañana siguiente me encontré con mi madre quien, en tono de burlo, me dijo -Te ves horrible ¿no dormiste? ¿A caso te pasaste toda la noche mirando al vecino?- me tuve que reír, de una forma u otra para ella todo estaba relacionado con Chad ¿por qué? ¿A caso ella sabía algo? -Vi películas toda la noche, no tenía ganas de dormir.- -Pues a ver si echas una siesta ¡que ojeras! ¡Pareces una muerta!-

Entre risas tomé una taza y la llene de café con mucha azúcar. En mi infancia había superado una fuerte adicción a este brebaje y era hora de caer de nuevo. -Hija, hoy llegaré tarde. Si tienes problemas para dormir sobre la nevera hay algunas pastillas- asentí y mi madre salió por la puerta, no volvería a verla hasta mañana.

Desayuné y salí a la farmacia (sí, salí en pijama porque soy "pro"). Allí pedí al farmacéutico, quien era vecino de mi madre y parecía conocerla bien (demasiado si me lo preguntan) que me recomendase unas buenas pastillas para no dormir, bajo la excusa de que tenía que hacerme algunos estudios neurológicos que requerían abstinencia al sueño por un período algo prolongado. El caballero enarcó una ceja y me pasó un frasco con la tapa azul con un nombre impronunciable.

Me dirigí a casa, allí entonces tomé el envase de pastillas para dormir, este era de tapa verde, sin embargo, las píldoras eran exactamente iguales -Perfecto...- Vacié las píldoras para dormir en una bolsa y las sustituí por la mitad del frasco para insomnio, así si mi madre me obligaba a tomármelas yo seguiría teniendo la ventaja.

El día pasaba rápido, solo estaba Chad en la ventana con una expresión maníaca de "en el momento en el que te duermas me pertenecerás" y en las noches mi madre me hacía tomar la pastilla "para dormir".

Así estuve 4 días, fue entonces cuando las "alucinaciones" empezaron.

Primero creía ver a Daca en todos lados, cada esquina, cada rincón y cada ventana. En todo momento me parecía verlo alzar el vuelo. Cuando no, veía al dragón de aquella noche, a los ancianos, a personas del baile. Lo peor: Al verme al espejo no me veía a mi, sino a Chad... Como si ya estuviera tomando todo lo que quedaba como "mío" en aquel lugar donde está la cordura y la personalidad.


Seguí resistiendo, pero las cosas se complicaron un montón al quinto día. Acababa de salir del baño. Acostumbraba pasar mucho tiempo allí lavando mi rostro. Vi entonces mi escritorio y allí había un sobre que contenía una carta. Decía venir de Daca, así que me dispuse a leer:

"Querida, las cosas son muy diferentes desde que no estás. Ya casi nada queda de ti y prácticamente todos tus sueños han muerto por falta de calor. Te necesito... Te necesitamos.... Chad se ha apoderado de casi todo con una rapidez excepcional mientras vemos como la llama de la vida se apaga en tu mirar. Las cosas van graves, severas, tanto así que casi podemos pisar la tierra.

Vuelve por favor, no nos abandones, piensa que somos tus más grandes ilusiones. No nos mires con desdén, nosotros te amamos. No aguantamos más, ven a auxiliarnos. Poco a poco puedo acariciar tu rostro, piso la tierra y te abrazo con el viento. Temo, temo mucho que ya estás en las últimas y tu corazón empezará a fallar... Lamento lo que esto va a ocasionar, pero si no vienes yo te haré llegar."

Era una carta muy extraña, en especial el final. Mi vista empezó a nublarse... Entonces escuché un fuerte estruendo, Chad se había caído rendido como si fuera un desmayo. Me tallé los ojos y traté de decir su nombre, pero tuve una gran sensación de desequilibrio y me desmayé. Mi cabeza cayó en la cama, sin embargo mis rodillas calleron en el piso de madera, dando un fuerte golpe a las 8am, que hasta mi madre fue capaz de escuchar. Lo último que recuerdo de esa ocasión fue la voz de mi madre gritando que despertara mientras yo caía victima del sueño.


Continuará...






Algunos link sobre este tema de la privación del sueño, la cual es muy peligrosa:


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